Las presentaciones fracasan cuando la audiencia no entiende por qué es importante el mensaje.
Día tras día, semana tras semana, son miles las presentaciones que se realizan, de las cuales depende la aprobación de un proyecto, el acceso a financiamiento, la venta de un bien o servicio, el acuerdo para formar una sociedad, entre otros tantos posibles objetivos.
Sin embargo, un número relevante de esas presentaciones fracasa. ¿Por qué ocurre esto?
Al hacer una revisión, me parece que el grueso ocurre porque no se tomó suficiente tiempo para comprender a la audiencia, sus actuales motivaciones, sus conocimientos y su actitud hacia el tema en cuestión.
Lo lógico sería preparar cada presentación en función de quién la va a escuchar en vez de reciclar presentaciones antiguas, confiando en los conocimientos que el expositor tiene sobre el tema.
El ejercicio de comprender a la audiencia consiste en hacerse las siguientes preguntas:
1. En qué le afecta el tema que se expone.
2. Qué conocimiento o creencias tiene.
3. Cuál es su actitud hacia el mensaje que se desea entregar.
4. Qué la mueve a tomar una u otra decisión.
Podría hacer muchas más preguntas, pero estas son las fundamentales.
Luego, construya su relato:
Para comenzar, demuestre por qué esto es importante, cómo afecta (hay diversas técnicas para realizar esta introducción, la que dependerá del contexto).
En segundo lugar, entregue el conocimiento que se requiere para tomar una decisión.
Termine llamando a la acción o motivando a que tomen la decisión que usted está recomendando.
Por supuesto que lo anterior debe ser realizado en tono y estilo apropiado para la audiencia y ocasión.
Esperamos que para su próxima presentación invierta tiempo en comprender a la audiencia.
Si necesita ayuda y/o quiere aprender a crear presentaciones exitosas, contáctenos a andrea.delacalle@gmail.com.